A propósito del pasado Día del Libro, celebrado cada 23 de abril con atractivos descuentos de parte de las librerías, sigue la disputa de quién es mejor: ¿el libro impreso o la versión digital? Acá el versus largamente esperado por los activistas que compraron su e-reader para evitar la tala de árboles.

Tienes un e-Reader, felicidades... al mes ya no lees nada. Acá 6 detalles de mi experiencia:

- La luz blanca constante de las hojas del PDF te cansa la vista.

- Se gasta la batería y te aburre cargarlo junto con el celular y te falta enchufes porque la PC/laptop, la lámpara de noche, el despertador, la radio, la tv y el DVD están conectados (algunos tienen baterías de larga duración, pero cuestan más).

- Tienes miedo de leer en la calle por temor a que te roben.

- No tienes como apuntar o marcar esos detalles importantes.

- Al final te regalaron o conseguiste el libro impreso para leerlo más rápido, así que adiós e-reader.

- De casualidad se te resbaló o tu sobrino lo "pidió prestado" y ¡ZAS! se malogró.

Hay que admitirlo, como todo producto tiene sus pro y contra. Tal vez crees evitar la tala de un árbol pero estás aportando con pequeños mecanismos de metal y plástico que no serán reciclados y podrían terminar en el estómago de un animalito indefenso o en el mar, contaminándo más. Con el libro tampoco puedes estar seguro de donde proviene la materia, algunos compran piratas que se malogran rápidamente y a la larga te llenas la estantería con algo que posiblemente no leas más (ni lo compartas).

Bueno, igual seguirás leyendo y que mejor que un buen libro de pasta dura. Y vuelven los detalles, porque siempre vienen en grupo:

- Antes de comprar el libro investigas cual es la editorial más ecoeficiente (no hay muchas).

- Decides comprar un libro de papel reciclado que te sale carísimo (y te lo dan en bolsa de plástico).

- Es incómodo llevar solo ese libro cuando con el e-reader podrías llevar todos los que quieras (hasta un diccionario, mapas, fotos, una guía de la obra, etc).

- Comprado el libro, lo lees pero luego viene la culpabilidad al verlo inerte en tu estante (algunos e-reader tienen más funciones que solo lectura).

- Cuando vas a verlo para revisar unos datos, encuentras que una polilla decidió convertirlo en su hogar.

- Caballero, lo llevas a reciclar pero te vengas horrible del bichito.

Sin embargo, hay que admitir que tu tablet o i-Pad también funcionan como un e-reader así que ya no tienes que gastar en caso tengas uno. Y te permiten bajar no solo los diarios online y libros, también escuchar música, bajarte juegos, tomar fotos, ver imágenes y videos. En cuanto al uso, tiene muchas ventajas. Si eres de los que prefiere el papel, pues probar no te hará daño.

El punto es que no siempre podemos prever todos estos detalles, solo nos queda ser responsables. Si compras un e-reader no significa que dejes de leer el físico ya que no siempre encontrarás los libros en su versión digital (aunque algunos estén a $1 por internet). Busca un modelo que sea de fácil reciclado y empresas que se encarguen de eso, lee de manera medida y recuerda no descuidar tu estantería de libros, desempólvalos. Si puedes compartirlos o donar algunos que ya no te interesen, mucho mejor. Si tienes ambos, disfrútalos.