#ElPerúQueQueremos

Noé

Más allá del mito

Publicado: 2014-04-03

Mientras algunos están a la espera de la nueva película de Russell Crowe con Anthony Hopkins y Emma Watson, yo les invito a reflexionar sobre este mitológico personaje bíblico, famoso por salvarse del diluvio al construir un arca. No se equivocan, el tema lo saco no tanto por la película sino por el impacto que me causó el comic del mismo nombre que ha publicado este año Image Comics.

Sí, se que es raro que alguien toque un tema religioso en un blog ambiental, pero la mitología (tradición) judía tiene este asombroso personaje al que Dios le habla y le pide reunir una pareja de cada especie de animales y protegerlos del diluvio en el arca para repoblar la tierra. Apartemos el lado religioso, olvidemos el mito y todo lo demás para quedarnos con el hombre.

Noah (Noé) tiene una familia, es un hombre mayor y de pronto debe reunir todos los animales. No sólo es una tarea imposible por la cantidad casi infinita de especies que hay en el mundo, sino que además debe construir un espacio para cada cual en el arca, reunir comida para su familia y para todos los animales. Sin importar la situación en que lleguen los animales, Noé debe reunirlos y contarlos para estar seguro de que tiene una pareja de cada cual.

Yo soy activista y aún así detesto las arañas, al punto de matarlas cada que puedo. No soporto a los perros malcriados (y menos a sus dueños), incluso cuando me han querido morder en la calle los he pateado. Sé que eso habla mal de mi, pero soy humano y como tal, me pongo a pensar en Noé, en el reto que debió ser para él. En no pisar a los insectos, por ejemplo.

Las aves son hermosas, coloridas y tienen un canto hermoso, pero pasar 40 días con lluvia, bajo el mismo techo que miles de cientos de emplumados que graznan, pían y silban a la vez me resulta difícil de imaginar. Igual es aceptable a primera vista. Pero si luego recibes a los mamíferos y debes encargarte de alimentar felinos salvajes o limpiar los excrementos de paquidermos, eso ya no resulta ni agradable al pensarlo.

Por un lado Noé no tuvo que velar por los animales acuáticos, sino hubiera sido realmente imposible por las dimensiones que llegan a tener algunos (como las ballenas y calamares). Buen punto, ¿pero los anfibios y reptiles? Yo no podría pegar un ojo sabiendo que podría amanecer con una boa alrededor de mi cuello o que un ave se podría comer una rana venenosa. Osea, son animales, con instintos y por más mansos que puedan ser algunos, suena a mucho trabajo.

Este es un ejemplo digno de seguirse y tenerlo siempre presente. Hasta la vida más pequeñita tiene un gran valor ya que cada ser vivo tiene un propósito en la creación y resultan irremplazables.


Escrito por

AleM2287

Bachiller de Ciencias de la Comunicación, activista ambiental y ciclista de corazón, fotógrafo y por tiempos diagramador, blogero y crítico


Publicado en

Vientos verdes

El lado verde de la mula, porque después de todo lo visto en documentales y diarios aún tienes dudas