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Estudiantes y vecinos voluntarios en reforestación de Lomas de lúcumo

Puntos de inflexión ecológicos

o Cómo una comunidad pasa del círculo vicioso al virtuoso

"Los puntos de inflexión ecológicos ofrecen un nuevo paradigma para la restauración de la comunidades, tanto naturales como humanas... [ya que] los enfoques convencionales de los problemas ecológicos suelen fallar".

Gerald Marten y Amanda Suutari

Publicado: 2014-11-03

En enero de 2007 la revista Earth Island Journal publicó un artículo sobre dos comunidades muy lejanas que salvaron un manglar y crearon una reserva de vida silvestre, transformando los residuos en recursos. La ignorancia de la gente que alguna vez acabo con la fauna y flora, sin respetar los periodos de veda, se fue convirtiendo en respeto por la naturaleza e interés de todo un pueblo.

Los casos de Marten y Suutari

La comunidades de Trang (Tailandia) usaba a veces dinamita para pescar y acababan con cangrejos, moluscos y peces jóvenes, evitando que se reprodujeran. Incluso, el gobierno permitió que empresas de carbón se instalaran cerca a su manglar. Sin trabajo, sin comida, las familias se fueron a buscar trabajo o simplemente se separaron, mientras otros se endeudaban con bancos para poder crear granjas de camarones que empezaron bien y declinaron en menos de 5 años.

Una asociación formada por una pareja de esposos inició la sensibilización e instrucción de las personas que aún vivían en la zona, mostrandoles como al cuidar el manglar podían recuperar su hogar y ganar tanto como antes. La población fue volviendo, replantaron el bosque que alguna vez talaron, vieron como los animales volvian, evitaron la sobrepesca y el uso de cianuro, más pobladores se integraron hasta que la comunidad renació en un área de conservación equilibrada y conciente de su valor.

Los humedales costeros de Arcata, no muy lejos de San Francisco, nacieron de forma similar. La pequeña comunidad de la Bahía de Humbolt tenía una crisis de aguas residuales pues las normas de calidad de agua federal se impusieron en 1974 y tuvieron que decidir entre un enorme gasto en una planta de tratamiento o buscar otra manera de manejarlo y el problema resultó su solución. A un especialista se le ocurrió crear un pantano para tratar las aguas y criar en ellas peces como salmón y trucha haciendo el proyecto más fácil, sostenible y económico. Todos apoyaron y sembraron una planta hasta convertirlo en el santuario de vida silvestre que es hoy.

El caso de Comando Ecológico

Hace varios años, se le concedió en Villa María del Triunfo una parte de cerro a la empresa Cementos Lima para la extracción de piedra con las que fabrica cemento, cal, yeso y otros productos. Esta zona es colindante a las Lomas de Lúcumo de Pachacamac, de la cual se benefician los centros poblados de Quebrada Verde, Guayabo y Picapiedra.

La loma era tan rica y biodiversa que se tiene registro de avistamiento de zorros, cóndores, murciélagos, pumas y hasta del oso de anteojos. Sin embargo, la expansión urbana, la consecuente contaminación, tala y las explosiones de la empresa alejaron todo eso. Lo que alguna vez fueron unas lomas abundantes en flor de amancaes y arbustos floridos, fueron desapareciendo hasta dejar una falda de cerro desnuda donde apenas pastaban vacas.

Por esta razón, el grupo Comando Ecológico inició una serie de capacitaciones a los pobladores acerca de la importancia de las Lomas de Lúcumo como lugar turístico y del valor de los árboles para prevenir derrumbes. Esta labor los llevó a reforestar gran parte de la quebrada con tara y molle donados por diversas instituciones como la Universidad Agraria y el Ministerio de Agricultura. El resultado fue el resurgir de la zona, la reaparición de aves propias del lugar como el turtupilín o petirrojo, las vizcachas y los fásmidos o insectos palito.

Rompiendo el círculo vicioso

Al recuperar la belleza natural de Quebrada Verde, se inició en coordinación con la Municipalidad y el Grupo GEA, la señalización de los caminos hacia las pinturas rupestres en las cavernas que hay en la zona para fomentar el turismo sustentable. A pesar del resurgimiento que habían tenido, muchos vecinos comenzaron a recolectar caracoles y subían fuera de los caminos, abriendo senderos innecesarios y pisoteando las plantas.

Desde 2008, el boom de la exportación de caracoles a España se incrementó, ya que la demanda de los derivados con fines cosméticos y alimenticios aporta una fuerte cantidad de ingresos, según cifras de la Asociación de Exportadores (Adex). Pero los vecinos de Quebrada Verde no sabían recolectar y muchas veces de los 5 costales que recogían diarios, solo 2 les servían para la venta ya que aplastaban la caracola y mataban al animal.

Nuevamente Comando Ecológico tuvo que intervenir, darles charlas y capacitación, solicitando que se respeten los senderos y que no se sobreexplote la fauna de la loma porque podría poner en peligro todo el lugar. Las Lomas de Lúcumo no son la única área de trabajo de Comando Ecológico, pues se han extendido en su labor por diversas zonas de Lima, desarrollando campañas de recolección de basura en el río Rímac, reforestando en las Lomas de Lachay y otros.

Salvar a otras lomas

En la ciudad de Lima se podrían aplicar los "Eco Tipping Point" con resultados muy buenos, especialmente en la protección de las lomas, un ecosistema representativo de la costa central peruana: Lomas Granados o Iguanil (Huaral), Lomas de Lachay (Huacho), y otras 21 lomas de la zona de Lima mencionadas en la "Guía de flores de las lomas costeras de Lima" publicada por la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (Minag) en enero de 2013.


Escrito por

AleM2287

Bachiller de Ciencias de la Comunicación, activista ambiental y ciclista de corazón, fotógrafo y por tiempos diagramador, blogero y crítico


Publicado en

Vientos verdes

El lado verde de la mula, porque después de todo lo visto en documentales y diarios aún tienes dudas