Uno de los conflictos ambientales más preocupantes de las últimas décadas ha sido el de la contaminación de los océanos por culpa de derrames petroleros, desechos de navíos, la sobrepesca, desechos de salmonicultura, artículos de pesca abandonados a la deriva como redes (pesca fantasma) y emisarios submarinos (tuberías) con aguas residuales a medio tratar. Para minimizar estos impactos al ecosistema marino se crearon acuerdos internacionales como el Convenio sobre prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias (Convenio de Londres, 1972).

Y no es para menos, los mares son una enorme fuente de recursos. Tengamos en cuenta solo tres datos de muchos importantes: 1) más del 90% del comercio mundial es realizado con barcos y buques de gran calado que utilizan los mares y océanos como vía de transporte; 2) los mares son fuente de alimentación y recreación del hombre, pues se estima que más de 3.500 millones de personas dependen de estos como su principal fuente de alimentos; 3) los mares albergan poco más del 90% de la biomasa viviente del planeta.

A pesar de lo vinculados que estamos con los recursos que provee el mar, hemos desequilibrado los ecosistemas marinos y muchas veces por simple falta de interés, negligencia. La Pesca de arrastre es un método de pesca sencillo que implica poco esfuerzo pero es uno de los mayores temores ambientales pues causa la reducción de la diversidad.

Pesca de arrastre

No importa cuán profundo sea el lecho marino en alta mar, muchas veces las redes de grandes embarcaciones logran tocar el fondo y arrastran con lo que encuentren a su paso. Sólo lanzan su red y aceleran el motor para capturar rápidamente todas las especies posibles. Las especies que no les interesan, las devuelven al mar o las desechan en los embarcaderos sin pensar en las consecuencias.

Esta seudo pesca trae consecuencias ya que puede acabar con los peces jóvenes y hembras que repoblarían el mar durante la veda, pero ya no. Esto significa que habrá menos peces en la siguiente temporada. Como se pesca de todo, también cogen peces que no les importan y los pescadores artesanales se quedan muchas veces con las redes vacías. Puede que en el proceso acaben con arrecifes de corales, poblaciones de crustáceos marinos o transporten especies a ecosistemas ajenos, malográndolos con su presencia.

En 1992, se desarrolló en Río de Janeiro la "Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas" (UNCED por sus siglas en inglés, Cumbre de la Tierra) donde se reconoció el peligro de la pesca de lastre. Doce años después (2004), se adoptó el "Convenio Internacional para el Control y Gestión del Agua de Lastre y Sedimentos de los Buques" (BWM Convention) que requiere la implementación de planes de gestión de agua de lastre y sedimentos (filtrar, esterilizar y otras técnicas de tratamiento). Sin embargo, muchos países no ratificaron este convenio internacional.

Aguas de lastre

Otro grave problema del que recién nos percatamos es el de las aguas de lastre. Los barcos para mantenerse estables cuando navegan, llenan grandes compartimentos o tanques con agua marina. Miles de barcos y buques que navegan por todo el mundo (como los cruceros) cogen cientos de miles de metros cúbicos de agua de lastre en un océano a otro (con toda su flora y plancton). Esto es como quemar un bosque para hacer campos agrícolas ya que la superficie abisal queda dañada.

Al llegar a su destino (en otros mares), las compuertas se abren para liberar no solo el agua sino la flora y fauna extraños en lugares lejanos donde podrían perecer o dañar habitats frágiles. Después de aprovisionarse y tener más pasajeros, las embarcaciones vuelven a llenar tus tanques y el ciclo continua día a día por todo el mundo.

Un claro ejemplo del daño que causa, es la proliferación repentina de ciertas algas en el mar mediterráneo que intoxican algunas especies de peces de consumo humano, otra es la destrucción de los arrecifes de coral por la aparición de ciertas estrellas de mar (corona de espinas) que antes no había en ese hábitat. Estas estrellas de mar suele consumir desechos del fondo y organismos más pequeños pero hay zonas donde se reproducen sin problema debido a la falta de presencia de sus depredadores (caracoles tritón).

Aunque algunos digan que es común, no lo es. El caso de los balanos (esos crustáceos blanquitos) que se adhieren a botes no implica una introducción de especies foráneas a otras aguas ya que estos animales se encuentran en todos los mares. Otras especies terminan como una plaga, causando problemas económicos mientras otras causan la desaparición de especies exóticas que dan colorido al mar del Caribe. Seamos conscientes de cómo repercuten nuestras acciones.